La verdad es que el balonmano tiene muchos motivos para
estar preocupado y pocos para tener un punto de optimismo. Entre estos últimos
se encuentra el partidazo que se podrá ver el próximo sábado entre el Atlético
de Madrid y el Barcelona en el Palacio de Vistalegre con el objetivo, difícil,
de batir el récord de asistencia de la pasada Supercopa de España.
Lo cierto es que la llegada, o regreso, del Atlético de Madrid ha
conseguido centrar más atención mediática en el balonmano, es decir, una mayor
difusión para la Liga Asobal tan necesitada de atención e ingresos publicitarios, además de permitir la existencia de un derby que recoge buena parte del que se tiene lugar en el fútbol español (que grande sería una sección de balonmano del Real Madrid).
Al margen del espectáculo que se vea en el derby del próximo
domingo, lo importante estará en la movilización de aficionados y medios que
provocará y que, con permiso del derby por excelencia de este país, tendrá un
buen número de impactos en la prensa y en los medios.
Atlético y Barcelona son probablemente los dos mejores
equipos de balonmano del mundo, tienen las mejores plantillas y son equipos prácticamente
imbatibles (ambos cuentan sus partidos por victorias en la liga Asobal). Eso
garantiza el espectáculo y seguro que Vistalegre rugirá en pos de la victoria Atlética
(ojala Barcelona se pique y en la vuelta el Palau esté a reventar) como ya
hiciera en la pasada Supercopa.